jueves, 6 de febrero de 2014



Te dí mil días 
y diez mil lágrimas

Unas gotas de café derramadas
(en la música que no volverá a sonar)

El dedo que apretó el gatillo
tiene nombre de mujer
y risas cómplices
desconocidas

Te dí mis soledades
y mil esperas
a tu llegada en las penumbras
con colores lejanos

Te dí mis ojos hinchados
suplicando tu oír

Te dí mi voz muda
ante tu escucha sorda

Te dí aquello entero que 
empaqué en mi mochila
para llevarme
todo mi amor (después)

destrozado / quemado / suicidado 

Te dí lo poco que tenía
envuelto en un débil papel crepé
sellado con aire 
y luz incandescente

Te dí paños húmedos en la frente
Te dí mil hijos
(derrocados, 
asesinados)

Recibí:
5 llantos, 1 espera, 500 días, 2 palabras de amor,
y una extrema soledad.


sábado, 1 de febrero de 2014


A veces
miro lugares donde solías pararte,
mirando al horizonte o a la nada,
con las manos guardadas,
y te veo,
como una mezcla entre holograma o realidad.

Las baldosas tienen una esencia tuya en su píxel,
y evocan tu ausencia.

a veces
veo como un segmento destacado de película,
algo que imaginaba o que hacías en tu
inmensa soledad con otros,
y reís y sos
hasta que me ves,
y tu imagen huye hasta desvanecerse
dejando nada.

A veces
creo en lo real de lo que veo
aunque te desvanezcas o tu esencia se esfume,
y desde lejos te dibujo:
una sonrisa de te perdono y
perdón por tanto y gracias por tan poco.